SHENZHEN: EL ‘SILICON VALLEY’ CHINO
Raquel Latorre
La Meca tecnológica global ya no es americana. Ésta es una afirmación que empieza a tomar un trasfondo muy real y en la que China comienza a tener un papel más que protagonista.
Cabe destacar el ascenso del país en los últimos 40 años, catalogado como el caso más importante de desarrollo económico de toda la historia. Uno de los ejes centrales de este crecimiento ha sido la capacidad de China de evolucionar dentro de su desarrollo industrial hacia una línea de mayor sofisticación y tecnificación, convirtiendo la tecnología en el foco principal de inversión y desarrollo.
INVERSIÓN Y DESARROLLO TECNOLÓGICO
Desde el Gobierno Central se establecen parámetros muy concretos para el perfeccionamiento del sector tecnológico que se engloban en la estrategia denominada ‘Made in China 2025’. Esta estrategia recoge las líneas de inversión, investigación y desarrollo estipuladas por el Estado para liderar el sector tecnológico mundial.
De hecho, la inversión en innovación tecnológica en China es un asunto de relevancia internacional. Concretamente, dentro del último plan quinquenal de China (2021-2025), se refleja un importante dato: El país aumentará su gasto en investigación y desarrollo en más de un 7% anual hasta 2025 y lo hará en los siguientes siete sectores estratégicos:
1- Inteligencia Artificial
2- Computación cuántica
3- Ciencia Neuronal
4- Exploración espacial
5- Biotecnología
6- Semiconductores
7- Medicina y salud
¿POR QUÉ SHENZHEN?
Tradición y modernidad se mezclan en una ciudad que se ha caracterizado por ser el estandarte de la revolución tecnológica de China. En Shenzhen se concentran el mayor número de empresas de Inteligencia artificial, componentes, robótica, sensores, drones, big data, blockchain, etc.
El desarrollo e impacto del software y hardware de Shenzhen va mas allá de la capacidad de uso industrial de los mismos. Pero, ¿Por qué ha sido precisamente esta ciudad, frente a otras ciudades chinas, la elegida para convertirse en referente tecnológico internacional?
1- Plan de desarrollo 2017-30: La ciudad está incluida, tanto en los planes económicos del Gobierno, como en un plan especial para atraer nuevo talento y apoyar la investigación a través de incentivos económicos. La ciudad también está incluida en el proyecto ‘Great Bay Area’, que incluye a las provincias de Guangdong, Hong Kong y Macao y cuyo objetivo es convertir estas tres provincias en el mayor foco de innovación tecnológica del mundo. En 2017 esta iniciativa pasó al nivel de proyecto estratégico para el Gobierno, definiendo a Shenzhen como motor tecnológico por su excelente ubicación, su ecosistema digital y su cercanía a grandes ciudades de negocios como Hong Kong y Guangzhou.
2- Tercera ciudad con mayor crecimiento de China: En 2018 Shenzhen aumentó en casi un 120% la inversión respecto al año anterior, registrando casi 15.000 nuevas empresas. Ese mismo año, logró superar el PIB de Hong Kong, convirtiéndose, a su vez en la sexta ciudad más competitiva de China.
3- Antecedentes históricos: No hay tampoco que olvidar que Shenzhen fue una de las primeras 4 ciudades catalogadas como Zonas Económicas Especiales (ZEE), creadas a finales de los años 70 por Deng Xiaoping, como experimento económico que formaba parte de las políticas de modernización del país. Estas Zonas Económicas Especiales (Xiamen, Shenzhen, Zhuhai y Shantou) contaban con condiciones económicas muy concretas orientadas a atraer la inversión extranjera directa con intención de tener acceso a nuevas tecnologías, mejorar infraestructuras y servicios de las regiones limítrofes subdesarrolladas y crear una base industrial destinada fundamentalmente a la exportación.
DE PEQUEÑA CIUDAD DE PESCADORES A METRÓPOLI TECNOLÓGICA
Actualmente, Shenzhen alberga más de 18.000 empresas de alto nivel, y unas 50.000 empresas tecnológicas de tamaño medio. El sector tecnológico de la ciudad supone el 35% de su PIB, estimando en 385.000 millones de Euros el nivel de ingresos de este sector en la ciudad en 2020.
Huawei, Tencent, Foxconn, OPPO, Realme, ZTE, OnePlus o importantes fabricantes de robots y drones como Makeblock o DJI, son algunos de los grandes nombres de empresas que operan en este ‘Hub Tecnológico’ que es la ciudad.
Pero Shenzhen no sólo es la sede de numerosas empresas y grandes gigantes apoyados por medidas especiales económicas del Gobierno. Una gran parte del modelo de éxito tecnológico de Shenzhen se sigue basando en grandes fábricas de productos de tecnología de consumo, con trabajadores venidos de todo el país, que cuentan con condiciones especiales para la vivienda, comida y con prácticamente la mayoría de necesidades básicas cubiertas.
La otra parte del modelo de Shenzhen es el que integra las incubadoras de startups en las que nacionales y occidentales se integran lanzando sus modelos adelante gracias a ventajas como costes de fabricación reducidos pero, sobre todo, a la posibilidad de contar en la misma ciudad con el resto de empresas de componentes necesarias para llevar a cabo sus prototipos.
‘SHENZHEN SPEED’
Es lo que se denomina coloquialmente como la ‘Shenzhen Speed’ (Velocidad de Shenzhen). La capacidad de establecer de forma casi inmediata vínculos con empresas capaces de escalar la producción en tiempos muy reducidos. Este hecho, añadido al gran número de buenos ingenieros de todo el mundo presentes en la ciudad y trabajando en un clima de innovación continua, hacen de Shenzhen el mejor escenario para esta nueva Meca tecnológica en la que la creación de prototipos es prácticamente el ´día a día´. Dicha casuística cobra especial trascendencia en áreas como la robótica, la inteligencia artificial, el software o la electrónica.
A estos dos elementos, finalmente, hay que añadir la posibilidad de encontrar casi cualquier componente dentro de los mercados masivos repartidos por la ciudad. Todo el entorno es un campo de cultivo para favorecer la libre creación, la innovación y el desarrollo tecnológico.
Una fórmula magistral que integra talento, disponibilidad de fabricación en empresas, buena logística y gran reputación que, a su vez, atrae a más empresas e ingenieros. Un verdadero ecosistema de innovación que atrae a emprendedores de todo el mundo, dando lugar no sólo startups, sino a empresas ya consolidadas y en continuo crecimiento, que se convierten en el motor de este nuevo ‘Silicon Valley’ oriental.