La vigencia de una filosofía milenaria en la vida del siglo XXI
Teresa Gaztelu
El pensamiento chino tiene mucho que aportar a la mentalidad occidental: su visión orgánica de la realidad equilibra nuestra tendencia estructurada y la dota de flexibilidad; su total integración de los opuestos nos ayuda a salir del esquema bueno-malo y a reconciliarnos con las polaridades dolorosas de la vida; su frescura y espíritu directo nos saca de nuestra tendencia a pensar en círculo y a especular inútilmente; y su tremendamente diestra y práctica sabiduría nos enseña que el mínimo esfuerzo y la ausencia de forzamiento son la ley natural por la cual logramos el mayor potencial en cada situación.
Acudir a los grandes clásicos del pensamiento chino nos regala sabiduría para la vida cotidiana.