CHINA Y EL FUTURO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Mariola Moncada Durruti

Uno de los efectos colaterales que ha tenido la pandemia ha sido el de desplazar en los medios de comunicación y foros públicos a otros eventos o realidades que, si bien no son de urgencia sanitaria, sí tienen un peso importante por su relevancia para la sociedad, la economía y, en general, nuestro futuro.

Conferencia mundial sobre inteligencia artificial

El pasado mes de julio tuvo lugar en Shanghai la conferencia mundial sobre inteligencia artificial (WAIC, por sus siglas en inglés: World Artificial Intelligence Conference).

La WAIC ha congregado por tercer año consecutivo a representantes de tecnológicas, científicos, líderes mundiales y emprendedores para compartir avances y perspectivas sobre la Inteligencia Artificial, y se ha consolidado como plataforma de aceleración de la transformación digital global conectando a los mejores talentos del mundo. Sanidad, educación, transporte, urbanismo, etc., todas las aplicaciones industriales destinadas a servir a estos sectores van a tener un altísimo componente de Inteligencia Artificial en un futuro que ya está aquí, de ahí la pertinencia de este foro.

Junto a los gurús tecnológicos de grandes empresas como Amazon, Apple, IBM y Microsoft, han estado presentes los CEOs de las principales tecnológicas chinas, auténticos iconos en la sociedad china actual aunque mucho más desconocidos en occidente. Las tres grandes empresas tecnológicas en china se conocen, por sus iniciales, como los BAT: Baidu (el buscador líder en el merado chino lo que vendría a ser el google chino), Alibaba (la empresa de comercio electrónico equivalnete a Amazon), y Tencent (lo que equivaldría a Facebook, Apple Pay, la industria de los videojuegos, WhatsApp y mucho más…) y cuya capitalización en bolsa (670 millones de dólares) ha superado este año a la de Facebook.

China importa en Inteligencia Artificial

Y, además, tiene mucho que decir porque va inexorablemente ganando terreno en la tendencia hacia el liderazgo industrial del futuro. La apuesta decidida y sin fisuras por la innovación del gobierno chino en la transformación de su modelo industrial, algo que ya estaba detallado en el XIII plan quinquenal del año 2016, ha sido clave. La aparición y desarrollo del trio tecnológico de los BAT ha promovido tras de sí la creación de todo un ecosistema digital, un fecundo caldo de cultivo para el desarrollo de la tecnología más puntera.

Estamos muy acostumbrados a escuchar opiniones de gurus tecnológicos como Zuckerberg, Bezos, o Tim Cook, pero quizás no tanto a chinos como Ma Yun (más conocido como Jack Ma) propietario de Alibaba; Ma Huateng (Pony Ma) fundador de Tencent y Li Yanhong (Robin Li) cofundador y CEO de Baidu. Merece la pena traer a colación alguna de sus intervenciones en la WAIC 2020 porque viniendo de quien vienen seguramente resulten inspiradoras.

Robin Li comentaba:

El software más importante del futuro para el sistema operativo no será un PC ni un sistema operativo basado en teléfonos móviles, sino un sistema operativo basado en un marco de aprendizaje profundo de inteligencia artificial. En el futuro, en el ámbito de la salud pública, la inteligencia artificial tiene grandes posibilidades de mejorar la sensibilidad y la precisión de las pruebas, reducir el ciclo y coste de la investigación e impulsar el desarrollo de nuevos medicamentos, así como aumentar la precisión y eficiencia de los diagnósticos médicos.

Robin Li señala tres etapas en el desarrollo de la Inteligencia artificial. La primera etapa es la de dotar a la tecnología de inteligencia, la segunda etapa es la de trasladar todo esto a la economía dejando que la Inteligencia Artificial comience a desplegar su “magia” en una amplia gama de sectores. A su vez, esta fase podría dividirse en dos fases, la primera se centraría en el desarrollo de capacidades generales, y la segunda, en la plena industrialización, es decir, la generalización de las aplicaciones industriales y la comercialización. La tercera etapa será la de la configurarnos como “sociedad inteligente”, y se caracterizará principalmente por la colaboración intelectual y la innovación institucional en los planos social y mundial. Actualmente, señala Robin Li, Estamos en medio de una transición hacia la segunda fase de segunda etapa.

Baidu, el gigante que dirige Robin Li, va a centrar sus esfuerzos en consolidarse como la gran plataforma proveedora de  servicios de IA de tal manera que estos lleguen igual que el agua o la electricidad, a toda organización grande o pequeña. Baidu, afirma su fundador, tiene dos objetivos: la generación de cinco millones de servidores de nubes inteligentes para 2030 y la formación de más de cinco millones de talentos en IA en los próximos cinco años.

El CEO de Baidu ve la IA como algo que prolonga nuestras manos, fortalece nuestro cerebro, enriquece nuestra visión y elimina los obstáculos en el tiempo y el espacio. La niebla se disipará, la economía inteligente y la sociedad inteligente se harán realidad y la humanidad tomará las riendas de su destino.

Jack Ma (Alibaba)

Afirmaba en el WAIC que la era de la Inteligencia Artificial hay que asumirla en lugar de temerla. Ante los cambios profundos que la pandemia ha ocasionado a nivel mundial, el holograma de Jack Ma resumía en tres puntos su visión del mundo actual:

La humanidad no puede vivir sin la tierra, la tierra sí puede existir sin la humanidad. La explosión de la pandemia ha puesto de manifiesto el desconocimiento de la humanidad hacia nosotros mismos y hacia la propia naturaleza, es preciso resolver este problema, si consideramos el globo terrestre como una empresa, podríamos decir que la naturaleza es el jefe y nosotros, los hombres, simples gestores, la naturaleza nos puede despedir en cualquier momento, solo si respeta la naturaleza puede el ser humano sobrevivir en la tierra.

En segundo lugar, el crecimiento económico puede desacelerarse, pero la humanidad debe crecer. Los animales tienen instinto, las máquinas tienen inteligencia, y los seres humanos deben esforzarse por ser sabios. Hoy en día, nuestros recursos y nuestra riqueza no tienen precedentes y nuestra capacidad para manejar la información y hacer frente a los riesgos es la mayor de la historia, pero seguimos careciendo de la sabiduría necesaria para fortalecer la cooperación y la comunicación en materia de recursos. Los recursos de que disponemos se han utilizado para crear divisiones y ampliarlas. El mundo se enriquece con las diferencias y debemos aprender a respetarlas y apreciarlas como señales del progreso de la humanidad.

 En tercer lugar, afirmaba en su intervención Jack Ma, si en el pasado la tecnología digital ha mejorado la vida, en el futuro hará que la humanidad sobreviva mejor. La epidemia ha acelerado los cambios en la tecnología digital y el desastre nos ha obligado a innovar, tanto en el trabajo como en la educación, como por ejemplo la ampliación de oferta en cuanto a cursos de chino online. La innovación para sobrevivir es una innovación realmente poderosa. Los cambios tecnológicos se están acelerando rápidamente y debemos estar preparados. Hoy en día, en lugar de preocuparnos, la tecnología no debe tener fronteras, la cooperación y la solidaridad tempranas nos llevarán un día a la victoria.

Ma Huateng (Pony Ma) el fundador de Tencent

Uno de los tesoros digitales más grandes del planeta, tituló su participación en el foro con el slogan: hagamos de la IA algo cognoscible, controlable y confiable. La inteligencia artificial es en sí misma una exploración interdisciplinaria transnacional que está elevando los conocimientos humanos a un nivel más rápido, más alto y más fuerte que nunca e, inevitablemente,  nos llevará a una revolución tecnológica e industrial sin precedentes. Lo que sabemos hoy de IA es solo una ínfima parte de lo que está por descubrir.

La comunidad científica en España lleva ya  tiempo reclamando un plan ambicioso nacional para potenciar la situación del país con respecto a la Inteligencia Artificial, no obstante, estamos muy lejos de haberlo conseguido y la pandemia ha dejado en suspenso muchos esfuerzos que se deben retomar si no queremos perder el tren en la carrera de la ultima revolución industrial.

Los expertos señalan como principales problemas el fallo de transferencia entre el conocimiento que se produce en la universidades y las empresas o la falta de un programa ágil de financiación con dinero público a pequeñas compañías como existe en EE. UU. Sea como fuera, además de estos factores, en esta carrera será necesario potenciar además algo de lo que España adolece todavía más que el resto de sus socios europeos, que es la falta de contacto y el desconocimiento de China a todos los niveles.

China no es solo un coloso económico emergido en los últimos cuarenta años. China es, sobre todo, un coloso cultural cuya singularidad le hace ser el otro más lejano, más sorprendente y más complementario. La episteme china, (diferente de la occidental) está adiestrada para el pensamiento relacional, la lógica de los procesos, la transversalidad y una concepción ecosistémica de la realidad en la que existen patrones de cambio y no estructuras fijas. Este anclaje intelectual del universo chino sin duda alguna ha influido en su capacidad actual de innovación. Acercarnos a ese universo quizás sea una oportunidad de crecimiento y una asombrosa fuente de inspiración en una era, la era Smart, en la que nadie puede actuar por su cuenta.

(Un extracto de este artículo se publicó en Diario de Navarra el 27 de agosto de 2020)