La revolución tecnológica del siglo XXI en China
Águeda Parra
Made in China 2025, la gran revolución tecnológica
De las iniciativas lanzadas por el gigante asiático, Made in China 2025 (MIC2025) es el gran proyecto que engloba el objetivo de transformar la industria del país en base a la innovación y la modernización para hacerla más competitiva mundialmente. Orientada a 10 grandes ámbitos de actuación, el objetivo es transformar todo tipo de empresas, tanto públicas como privadas, buscando la independencia tecnológica de las grandes potencias occidentales.
MIC2025 es el nombre de la disrupción tecnológica que está viviendo China y el proyecto en el que el gigante asiático está confiando su crecimiento económico de las próximas décadas. Parte fundamental de esta transformación pasa por la innovación en nuevas tecnologías avanzadas, en robótica y en los sectores aeroespacial y aeronáutico. Pero MIC2025 también abarca el equipamiento marítimo, de transporte ferroviario, de equipos de energía, de equipamiento agrícola, de nuevos materiales, así como la revolución que vendrá de mano de las energías renovables y la Biofarma, 10 sectores que van a transformar por completo la tecnología industrial de China y los procesos productivos asociados.
China ha pasado de una economía planificada a una de mercado y pretende completar la transición de la manufactura a la innovación tecnológica mejorando su posicionamiento en la cadena de valor mundial. Cuando se complete el primer objetivo establecido por MIC2025, que cumple en 2020, alcanzando una producción de contenido nacional de componentes y materiales básicos del 40%, el gigante asiático estará en disposición de evolucionar del concepto Made in China al Designed by China. Cuando se complete el proyecto en 2025, el objetivo será alcanzar el 70% de la transformación, lo que supondrá disponer de una industria de generación de estándares chinos que van a cambiar el panorama tecnológico dominado hasta el momento, principalmente, por empresas norteamericanas.
MIC2025 es el epicentro de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y no tanto la voluntad de la administración Trump de equiparar el déficit en la balanza comercial que existe entre ambos países. Se trata de evitar que China adquiera las capacidades tecnológicas y expanda el dominio de estándares chinos en una industria donde la hegemonía de Estados Unidos no ha tenido rival en las últimas décadas.
De la transición de China hacia una economía avanzada basada en la incorporación de las nuevas tecnologías y la innovación tecnológica depende el futuro crecimiento del país. Pero no solo se trata de mantener el incremento del PIB que favorezca la consecución de una sociedad china más moderna. El principal objetivo es la independencia tecnológica de las potencias extranjeras, la creación de estándares propios y, en un futuro no muy lejano, posicionarse como líder tecnológico mundial. Con el permiso de las potencias occidentales, claro. Una de las carreras por la hegemonía mundial más trepidante del último siglo.
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Docente: Águeda Parra
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